O por debajo, al lado, enfrente o de espaldas… ¿Qué es la esperanza? ¿Para qué nos sirve o qué podemos hacer con ella? Algunos dicen que es lo último que se pierde y otros como que de plano ni la conocen. A algunas personas las mantiene vivas por años, y para otros es tan solo una ilusión.
No me quiero poner muy técnico, así que no lo haré jaja, pero sí te quiero compartir un fragmento del libro “Un tratado de felicidad” de Mathiew Ricard. Este cuate es un monje budista que ha participado en varios estudios sobre los cambios que la meditación genera en nuestro cerebro; es llamado el hombre más feliz del mundo y, aunque él dice que no le gusta el apodo, este no le hace infeliz ;).
Pero bueno, sobre la esperanza él escribe este pequeño párrafo que me gustó mucho y que hoy dejo a tu consideración:
Siempre podemos hacerlo mejor (en lugar de estar devastados, resignados o disgustados), limitar el daño (en lugar de dejar que todo vaya al traste), encontrar una solución alternativa (en lugar de revolcarse lastimosamente en un fracaso), reconstruir lo destruido (en lugar de decir: “¡Todo se acabó!”), tomar la situación actual como punto de partida (en lugar de perder el tiempo llorando por el pasado y lamentando el presente), empezar de cero (en lugar de terminar allí), entender que debemos esforzarnos en caminar en la mejor dirección aparente (en lugar de ser paralizado por la indecisión y el fatalismo), y usar cada momento presente para avanzar, valorar, actuar y disfrutar el bienestar interior (en lugar de perder el tiempo rumiando sobre el pasado y temiendo el futuro).
¿Qué tal eh? La Real Academia Española define la esperanza como un estado de ánimo que surge cuando se presenta como alcanzable lo que se desea, pero de alguna manera lo que escribe Matthew me parece mucho más práctico y accionable, porque si te fijas, cada una de las frases te habla de una opción. De poder decidir sobre tus posibilidades de ser feliz, tomando una actitud de esperanza, que conlleva una forma de pensar, actuar y buscar soluciones, de ver y aprovechar cada situación de la mejor manera. Una perspectiva única que te mantiene moviéndote hacia adelante en lugar de mantenerte inmóvil y sufriendo lo que te pase, pasa o pasó. Una que, además, es tu elección.
Y tú, ¿decides vivir una vida con esperanza?