Muchas personas no pueden iniciar su día sin una taza de café, otros no han tomado una en años, algunos más lo bebemos de vez en cuando, si necesitamos la cafeína o como pretexto para reunirnos con los amigos.
Pero, ¿has notado la importancia que le das a la taza de café dependiendo de cómo te sientas? A poco no a veces darías tu reino por una y otras, estás tan metido en lo que estás haciendo, que ni te acuerdas. Y aunque hay días en que tiene mucho que ver con lo que comiste, el clima o cómo hayas dormido, lo cierto es que hay ocasiones en las que simplemente no es tan importante.
Si has visto estos cambios es probable que te estés preguntando: ajá ¿y eso cómo me ayuda? Porque lo interesante no está en la relevancia que le das en ese momento, sino en las acciones que realizas: el esfuerzo, tiempo y dinero que dedicas a conseguir esa taza de café que en realidad importa. ¿Te ha pasado que llegas tarde, pagas más de lo que deberías o te olvidas de alguna otra cosa por esa taza?
Desvías tu atención de actividades discutiblemente más importantes, como la junta con tu jefe, para atender otros asuntos. Y aquí es donde se enredan las cosas, porque podemos justificar, cual abogados expertos, los motivos que nos llevaron a elegir tomar el café en ese momento y los grandes beneficios que esto conlleva, no solo para nosotros mismos, sino para la compañía completa… jajaja. Pero, aun así, sabes que algunas cosas tienen más importancia que otras.
Ya sea que estemos hablando del nuevo proyecto, una amistad, fiesta, trabajo, materia en la escuela, viaje o cuidar tu sudadera favorita (no te hagas, todos hemos tenido una 😉 ), lo que hay en tu cabeza se encuentra en una feroz carrera por ganar tu atención (y ni hablar de las agresivas campañas de marketing). Y más frecuentemente de lo que nos gustaría aceptar, andamos en piloto automático, respondiendo a impulsos, cosas y situaciones como se van presentando, sin prestar atención a su importancia o en cómo afectarán a los demás.
El día de hoy te invito a hacer una reflexión sobre los aspectos que son más importantes en tu vida, te preguntes por qué lo son, e identifiques las actividades que has realizado en el último mes para avanzar o mejorar en cada uno de ellos. ¿Qué acción concreta puedes tomar a partir de hoy que te acerque a alguno de esos objetivos?