Entre los distintos modelos de bienestar o felicidad que los psicólogos, filósofos y otros (incluso uno que otro ingeniero metiche jaja) han desarrollado, hay uno, de Warr y Clapperton, que nos habla de que los tipos de bienestar dependen del nivel de placer y activación que estés sintiendo en el momento.
Es decir, las emociones: esas amiguillas que se presentan cuando les da la gana, que en ocasiones nos arrebatan el cerebro… bueno, por lo menos la parte que piensa, y hacen de nosotros lo que les da la gana 😉 .
Entonces, nuestros amigos diseñaron esta “rueda de la felicidad” en la que puedes ver cuatro cuadrantes (depresión= baja activación, bajo placer; ansiedad= alta activación, bajo placer; confort= baja activación, alto placer y entusiasmo= alta activación, alto placer), y dependiendo del nivel de activación y placer pusieron los tipos de bienestar (o emociones).
Te la quise compartir, porque al final del día todas las emociones son procesos químicos, y aunque a veces nos toma por sorpresa, aceptar lo que estás sintiendo sin juzgarte hace que disminuyan. Para mí la rueda agrega otra dimensión en la que puedo entender mejor la emoción y hacer algo al respecto, por ejemplo: si me siento incómodo, veo que es de activación media, tal vez se espera que haga algo, no es un sentimiento pasivo y no me está gustando (bajo placer). Al verlo de esta manera puedo tomar medidas, tal vez ponerme casco o pedir que me toque opinar al final para reducir esa incomodidad. ¡Espero que te sirva! ¡Saludos! 😀