Alguna vez te has preguntado ¿qué tanta “esperanza” existe en tu organización, si vale la pena desarrollarla y qué tan útil te sería?
Seguramente estás pensando: ¡¡Claro!! Mil y un veces jajaja
Y por eso este blog es para ti. Resulta que las personas con una alta esperanza (si, si existen cuestionarios para medirla) reaccionan de diferente forma ante los reveces y contratiempos de la vida (y de su trabajo) que aquellas personas que “califican” bajo, ya que estos últimos tienden a darse por vencidos más frecuentemente, mientras los primeros buscan nuevas opciones para lograr sus metas. Por si fuera poco, la esperanza ha sido relacionada con un mayor bienestar, desempeño académico y menores niveles de depresión.
De acuerdo a los psicólogos Snyder, Irving y Anderson, la esperanza es un estado de motivación positiva que se deriva de una interacción entre tus sentimientos de control, opciones y éxito. Y aquí es donde entra tu organización, no importa que tan esperanzados o desesperanzados sean tus colaboradores, existen algunos puntos que puedes tomar en cuenta para generar esa motivación positiva llamada esperanza.
Podemos subdividir la teoría de esperanza en cuatro componentes: metas, exploración de alternativas, sentido de control y obstáculos.
Las metas valiosas, aunque a veces inciertas, nos proveen de un objetivo hacia el cual dirigir nuestro pensamiento optimista. ¿En tu organización todos conocen el objetivo de la empresa, de su área y de su puesto?
La exploración de alternativas se refiere a los distintos métodos o formas disponibles de alcanzar nuestras metas y qué tan hábiles somos (o nos sentimos) en cada una de estas alternativas. ¿Estás seguro que cada persona tiene la habilidad necesaria para producir el resultado esperado de la forma esperada? ¿Es aceptable en tu organización intentar una nueva manera de hacer las cosas?
El sentido de control y propiedad sobre nuestras metas, se traduce en la motivación necesaria para recorrer la alternativa seleccionada. ¿Has escuchado sobre “venderles” las metas a tus empleados? Piénsalo un segundo, todos dedicamos más esfuerzo a nuestras propias metas, si vas a hacer un viaje de negocios rutinario o uno de vacaciones, ¿cuánta planeación y qué expectativas tienes de cada uno de ellos?
Los obstáculos, básicamente se refieren a los obstáculos. ¿Cuando tu gente tiene dificultades, limitaciones, inconvenientes o problemas sabe qué hacer, a quién recurrir, existe un plan B?
Como verás, la esperanza no solo es desear lo mejor cuando pasa lo peor, sino una motivación que impulsa a lograr tus metas. Si no esperáramos que las cosas salieran bien, creo que no las iniciaríamos en primer lugar. ¿Qué opinas?
Totalmente de acuerdo contigo Federico, si supieras que van a salir mal ¿ para qué lo harías?….