Evidentemente no tengo una máquina del tiempo para cambiar cosas que ya sucedieron; pero muchas veces, cuando pensamos en presente, pasado y futuro, les asignamos rangos de tiempo muy grandes. Por ejemplo, pensamos que el pasado tiene algunos años de viejo, que estamos viviendo en el año presente o que el futuro está por venir.
Sin embargo, piensa en esto un momento: el presente de hoy es el pasado de mañana. Es decir, mañana que te levantes por la mañana, identificarás todo lo que estás haciendo hoy (incluido leer este post) como parte de tu pasado, de las experiencias que has vivido y que te van formando.
Así que hoy es el momento de cambiar tu pasado y construir tu vida. Porque si haces hoy lo mismo que ayer, continuarás con el mismo pasado, esperando que las cosas sucedan o el momento ideal para iniciarlas. ¿Cuántas veces has postergado una acción, decisión o inicio? Lo dejas para mañana pensando que las cosas van a ser diferentes o por simple desidia. El único problema es que el mañana nunca llega, porque siempre será el día después de hoy.
¿Pero qué pasa si dejas de pensar en lo que quisieras hacer y simplemente lo haces? ¿Si hoy cambias tu actitud, si emprendes un nuevo proyecto, vas por primera vez al gimnasio, mejoras tu alimentación, enumeras tus gratitudes, cambias una acción o tomas esas decisiones que has estado postergando?
Hoy te invito a tomarte 5 minutos en este momento y reflexionar sobre lo que quieres cambiar, definir qué acciones puedes emprender hoy y hacerlas. Sobre todo: ¡hazlas! Porque las buenas intenciones no generan los cambios, son las acciones del día a día las que van a cambiar tu pasado y convertirte en el arquitecto de tu destino.
Nota al pie. Si quieres algunos tips para generar los cambios que deseas, te invito a releer mis posts: “6 tips para instalar nuevos hábitos en tu vida” y “Deja de hacer propósitos y logra tus objetivos”.